Al día siguiente me llaman del Registro y me dicen que la segregación no se puede registrar con el proyecto que hemos entregado; que se debe hacer una escritura, y que se podría hacer en el momento de la compra-venta. -Vaya, Pablo ha hecho un viaje inútil al Ayuntamiento, pero bueno, tenemos dos originales, igual los necesitamos más adelante.Ahora nos queda arreglar las otras dos deudas que quedan. Consigo los teléfonos correspondientes y me dispongo a llamar en mi despacho privado, el rellano de la cuarta planta. Averiguo que una de ellas está pagada y solo hay que ir a recoger los mandamientos para poder registrarla, eso sí, hay que ir a Igualada con una autorización del titular. La otra la podemos arreglar desde Barcelona.Por otro lado, Javier, ya nos está apretando que quiere una paga y señal, pero nosotros hasta que no sepamos a cuánto ascienden las deudas, no daremos ningún paso.
Ahora resulta que el banco no se quiere arriesgar y del terreno ni siquiera se financia el 50%, tendremos que buscar otra alternativa.
Un asesor financiero nos comentó que una de las soluciones es el Reconocimiento de Deuda, esto es un contrato que se hace entre el vendedor y el comprador. Solo falta que el vendedor lo acepte.
Estamos a punto de comentarle a Javier lo del reconocimiento de deuda, a ver si hay suerte. Como nos está apretando para darle una paga y señal, puede ser una forma de convencerlo. Cuando se lo comentamos, no nos puso ningún problema, nos quedamos asombrados.
Además, al día siguiente nos llamó y nos dijo que ya había ido a Igualada a recoger los mandamientos para cancelar la deuda, pero una vez los presentó en el registro, le dijeron que ya estaban registrados.
Esto nos sirvió para ahorrarnos un viaje en vano a Igualada. Llamé a Igualada y me dijeron que no tenían nada más pendiente; como a la semana siguiente tenía dos días de vacaciones, pensé que sería buena idea pasarme por el registro para que me aclarasen lo que les faltaba exactamente.
El domingo 17 de Mayo quedamos con Javier y su mujer y firmamos el contrato de arras, ni siquiera lo leyó Javier, se lo pasó directamente a su mujer, quién tampoco se lo leyó detenidamente. Javier nos decía bromeando que él con los papeles es un poco desastre, ya lo habíamos notado, sí.
El lunes, Pablo pudo pagar la deuda del Ayuntamiento y yo fui a informarme con una notaria sobre el proceso de compra-venta. No parece muy complicado pero sí un poco caro.
El martes fui al registro y me especificaron concretamente lo que quedaba por cancelar, me dieron una fotocopia del libro de registro la cual pasé por fax a la Administración correspondiente de Igualada.
El fax dio error al enviarlo, y como disponía de tiempo ya que estaba de vacaciones, decidí ir a Igualada para averiguar concretamente qué es lo que faltaba.
Cuando llegué vi a cuatro personas y mi intuición me condujo hacia el hombre más mayor. Cuando le expliqué a lo que venía, buscó entre sus papeles y apareció el fax que yo les acababa de mandar. Me dijo que ya había encontrado los mandamientos que faltaban, que ya los tenían preparados, y que solo faltaba que los firmase la responsable correspondiente, pero que, desgraciadamente la responsable había salido y no estarían firmados hasta mañana. Ostras, mañana ya no podré ir, tengo que ir a trabajar, ay….que rabia!!!
Con el transcurso de los años he aprendido que si no dices nada, ahí queda todo y nadie mueve un dedo por ayudarte. Así que, empecé a decirle que había venido expresamente desde Barcelona porque pensaba que el fax no había pasado, y que mañana no me iba bien pasarme, que si no había nadie más que lo pudiera firmar y bla, bla, bla. Entonces, una chica de la mesa de enfrente dijo que le parecía que la responsable llegaría sobre la una del mediodía, eran las doce y le dijo que si llegaba a la una la iba a esperar. Me dijo que la iba a llamar al movil para saber si llegaria; y cuando colgó el teléfono después de hablar con ella los astros se deberían alinear porque me dijo que tardaba cinco minutos en llegar.
Que suerte!!! No me lo creo ni yo. Como había dicho, llegó y pudo firmarlo todo, pusieron como cincuenta sellos a los mandamientos y pude irme muy satisfecha a Sabadell a ver a mi cuñada y sobrina. Al día siguiente iríamos otra vez al registro a llevar estos mandamientos.
Es la una menos cinco y Pablo ya me está esperando para ir los dos juntos al Registro, ya nos conocen, finalmente hemos podido registrarlo todo, solo queda que el Ayuntamiento envie directamente al Registro el mandamiento de cancelación. En una semana como máximo quedará todo completamente libre de cargas.
Ahora resulta que el banco no se quiere arriesgar y del terreno ni siquiera se financia el 50%, tendremos que buscar otra alternativa.
Un asesor financiero nos comentó que una de las soluciones es el Reconocimiento de Deuda, esto es un contrato que se hace entre el vendedor y el comprador. Solo falta que el vendedor lo acepte.
Estamos a punto de comentarle a Javier lo del reconocimiento de deuda, a ver si hay suerte. Como nos está apretando para darle una paga y señal, puede ser una forma de convencerlo. Cuando se lo comentamos, no nos puso ningún problema, nos quedamos asombrados.
Además, al día siguiente nos llamó y nos dijo que ya había ido a Igualada a recoger los mandamientos para cancelar la deuda, pero una vez los presentó en el registro, le dijeron que ya estaban registrados.
Esto nos sirvió para ahorrarnos un viaje en vano a Igualada. Llamé a Igualada y me dijeron que no tenían nada más pendiente; como a la semana siguiente tenía dos días de vacaciones, pensé que sería buena idea pasarme por el registro para que me aclarasen lo que les faltaba exactamente.
El domingo 17 de Mayo quedamos con Javier y su mujer y firmamos el contrato de arras, ni siquiera lo leyó Javier, se lo pasó directamente a su mujer, quién tampoco se lo leyó detenidamente. Javier nos decía bromeando que él con los papeles es un poco desastre, ya lo habíamos notado, sí.
El lunes, Pablo pudo pagar la deuda del Ayuntamiento y yo fui a informarme con una notaria sobre el proceso de compra-venta. No parece muy complicado pero sí un poco caro.
El martes fui al registro y me especificaron concretamente lo que quedaba por cancelar, me dieron una fotocopia del libro de registro la cual pasé por fax a la Administración correspondiente de Igualada.
El fax dio error al enviarlo, y como disponía de tiempo ya que estaba de vacaciones, decidí ir a Igualada para averiguar concretamente qué es lo que faltaba.
Cuando llegué vi a cuatro personas y mi intuición me condujo hacia el hombre más mayor. Cuando le expliqué a lo que venía, buscó entre sus papeles y apareció el fax que yo les acababa de mandar. Me dijo que ya había encontrado los mandamientos que faltaban, que ya los tenían preparados, y que solo faltaba que los firmase la responsable correspondiente, pero que, desgraciadamente la responsable había salido y no estarían firmados hasta mañana. Ostras, mañana ya no podré ir, tengo que ir a trabajar, ay….que rabia!!!
Con el transcurso de los años he aprendido que si no dices nada, ahí queda todo y nadie mueve un dedo por ayudarte. Así que, empecé a decirle que había venido expresamente desde Barcelona porque pensaba que el fax no había pasado, y que mañana no me iba bien pasarme, que si no había nadie más que lo pudiera firmar y bla, bla, bla. Entonces, una chica de la mesa de enfrente dijo que le parecía que la responsable llegaría sobre la una del mediodía, eran las doce y le dijo que si llegaba a la una la iba a esperar. Me dijo que la iba a llamar al movil para saber si llegaria; y cuando colgó el teléfono después de hablar con ella los astros se deberían alinear porque me dijo que tardaba cinco minutos en llegar.
Que suerte!!! No me lo creo ni yo. Como había dicho, llegó y pudo firmarlo todo, pusieron como cincuenta sellos a los mandamientos y pude irme muy satisfecha a Sabadell a ver a mi cuñada y sobrina. Al día siguiente iríamos otra vez al registro a llevar estos mandamientos.
Es la una menos cinco y Pablo ya me está esperando para ir los dos juntos al Registro, ya nos conocen, finalmente hemos podido registrarlo todo, solo queda que el Ayuntamiento envie directamente al Registro el mandamiento de cancelación. En una semana como máximo quedará todo completamente libre de cargas.
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